martes, 15 de noviembre de 2011

Celos entre Hermanos


Generalmente, los celos afectan al hijo mayor de la pareja, quien deja de ser el “rey de la casa” cuando llega un hermano y debe comenzar a compartir todo lo que antes era de él solo, sobre todos sus padres, abuelos y tíos.

Esta es la razón, por lo que es muy común que los celos surjan y en consecuencia, las peleas entre hermanos. Es en el hogar de esos niños, donde la disputa por el amor y afecto de sus padres adquiere una dimensión real, y esta realidad no se da en otros espacios, en donde los hermanos suelen ser inseparables y se protegen mutuamente, como en las escuelas.

El niño que se siente celoso se siente despojado e insatisfecho luego de una escena de esos, esto es porque su rabieta, llevada cabo para llamar la atención de los padres, lejos de hacerlo cambiar de actitud, la refuerza. En pocas palabras, su dolor se hace mas grande al sentir que ha perdido el amor de sus padres y entonces lo manifiesta a través del enojo con su papá, mamá o ambos, envidia con respecto al hermano, llantos, berrinches, caprichos, etc.

Por todos estos motivos, hay que saber que la mejor manera de terminar con esos celos es ayudar a crear un lazo, un vínculo entre hermanos. Esta tarea es de gran trabajo para los padres, se construye día a día, y es la única forma de lograr vivir con alegría ante la dicha de contar con hermanos y tener una familia. Los celos mal resueltos, pueden llegar a tener como consecuencia problemas de temperamento en el niño celoso.
Todo dependerá de la posición que tomen los padres de que los mismos sean solo una crisis temporaria o una rivalidad duradera.

Para que ayudemos a nuestros niños a superar esos celos, hay actitudes que podemos llevar a cabo para que los mismos no entorpezcan su relación con la familia.

Lo que hay que hacer en primer lugar es escucharlos. Antes de opinar o dar un ultimátum, se debe prestar atención a lo que dicen los niños para así tratar de entender lo que sienten. Para ello hay que respetar sus tiempos, darles seguridad y confianza de que tanto su mamá como su papá quieren escucharlo y de esa manera motivarlos los estimularlos para que puedan expresar con palabras sus sentimientos.

También se debe tener una posición o actitud mediadora, para lograr establecer acuerdos junto a ellos para que aprendan a resolver sus conflictos. Si actuamos como simples árbitros, el conflicto quedara solucionado por medio de la autoridad y no se les estaría dando la oportunidad de aprender a dialogar para llegar a un acuerdo, ni a ponerse en el lugar del otro.

Desde pequeños los niños necesitan resolver conflictos con sus hermanos, por lo que hay que enseñarles a resolverlos sin la necesidad de tener que buscar siempre la intervención de algunos de los padres.
La resolución de conflictos se trata de un aprendizaje que se forja con constancia y desde muy pequeños, primeramente dentro del hogar, para que luego puedan utilizarlos con éxito en otros ámbitos como la escuela, clubes, etc.
Otro punto muy importante es el de respetar y enseñar a respetar las diferencias, evitando siempre las comparaciones entre hermanos, siendo muy cuidadosos en el trato diario con ellos.
Cada ser humano y por lo tanto cada niño, es un ser individual con características propias, por lo que debemos poder identificar, aceptar y valorar sus capacidades.

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