Las actividades intelectuales ciertamente ayudan a estimular la creatividad, la imaginación y el raciocinio de los niños. No es sino hasta los doce años cuando el niño tiene la plena capacidad para realizar operaciones abstractas, pero hasta entonces podemos ayudarlo a desarrollar su pensamiento crítico.
Los resonsables de este aprendizaje no solo son los padres, sino todo aquel que esté alrededor del niño quienes deben ayudar a que éste amplíe sus capacidades mentales. Vamos a enseñarles algunas de las actividades que pueden realizar:
1. Pónganse a armar un rompecabezas. No lo deje solo, porque es posible que se aburra o se frustre, ayúdelo a racionar esta tarea.
2. Haga un dibujo y deje algún pedazo sin completar, para que sea él quien lo haga. Puede hacer lo mismo con una escena entera.
3. Deje que su hijo use su imaginación y dibuje lo que quiera. Luego, si este ya conversa, pregúntele que es cada cosa.
4. Enséñele una canción y un trabalenguas sencillo. Repítanlo juntos; también pueden hacer lo mismo con refranes populares.
5. Cuando estén en el auto, dígale que le vaya indicando lo que ve a su alrededor.
6. Cuando venga del colegio, pregúntele a su hijo que hizo durante el día. Asimismo, si salen a algún lugar pídale a él que sea el relator de la historia.
7. Converse con él sobre temas adecuados a su edad como el clima, el paisaje, los colores y los números.
8. Dígale que cierre y abra la puerta.
9. Pídale que se coloque delante de la mesa, detrás de ella y a un lado.
10. Pídale que le traiga algún objeto y lo coloque encima del mueble.
11. Comience a jugar dominó con él. Poco a poco, enséñele los números que hay en cada pieza y como un número se une con otra pieza con un extremo de la misma denominación.
12. Juegue a emparejar objetos.
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