viernes, 11 de noviembre de 2011

Lograr el Equilibrio de los 4 Acuerdos

Así, propone vivir la vida en base a cuatro designios básicos:

Sé impecable con la palabra:

Las palabras son herramientas de creación... y también de destrucción. Hay palabras que no deben ser olvidadas en el día a día, y hay palabras que debemos evitar decir, algunas de manera constante y otras según la situación. Debes recordar que las palabras pueden herir, y también pueden salvar, ya sea que las digamos a alguien, o también que las digamos (o las pensemos) a nosotros mismos."Utiliza las palabras apropiadamente. Empléalas para compartir el amor. Usa la magia blanca empezando por ti. SÉ IMPECABLE CON LA PALABRA".

No tomes nada personalmente
El autor propone recordar que cada quien es el protagonista de su propia historia, y de su propia vida. Por ello, cada uno tendrá sus propios sueños, deseos, gustos y disgustos, independientemente de los demás y sus opiniones. Y, también, las acciones de los demás no tienen nada que ver contigo, o a la inversa. Por ello, no debemos tomar nada a nivel personal, sino como componentes de las historias propias o ajenas. "Tomarse las cosas personalmente te convierte en una presa fácil para esos depredadores, los magos negros... Te comes toda su basura emocional y la conviertes en tu propia basura. Pero si no te tomas las cosas personalmente serás inmune a todo veneno aunque te encuentres en medio del infierno".

No hagas suposiciones:
Como regla general, los humanos sociales tendemos a tomar la información e inmediatamente crear una suposición y conclusión al respecto. Pero a veces, justamente por eso, medimos las actitudes, pensamientos y conductas ajenas con nuestra propia vara, y podemos cometer graves errores. Asumir un supuesto como realidad no es ni sano ni adecuado; por ello lo mejor es consultar y asegurarnos de lo real. "La manera de evitar las suposiciones es preguntar. Asegúrate de que las cosas te queden claras... e incluso entonces, no supongas que lo sabes todo sobre esa situación en particular".

Haz siempre lo mejor que puedas:
Este último consejo se resume en una simple expresión: hacer siempre lo máximo y mejor posible. Luego, claro, debemos aceptar las consecuencias de ello. Si hemos dado nuestro mejor esfuerzo y la situación está mal, pues sabremos que no hay nada a nuestro alcance por solucionarla. Para ello, podemos aplicar los tres primeros preceptos en forma de rutina o hábito, lograr el equilibrio con “los cuatro acuerdos”lograr el equilibrio con “los cuatro acuerdos” "Verdaderamente, para triunfar en el cumplimiento de estos acuerdos necesitamos utilizar todo el poder que tenemos. De modo que, si te caes, no te juzgues. No le des a tu juez interior la satisfacción de convertirte en una víctima. Simplemente, empieza otra vez desde el principio".

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