viernes, 14 de octubre de 2011

Velas para limpiar las energías negativas

Las energías negativas pueden llegar a ser muy destructivas dado que con ellas se crean muchas situaciones de inseguridad, miedos, enfermedades y excesiva falta de confianza en nosotros mismos. Esta negatividad viene producida la mayoría de las veces por haber obrado de forma inconsciente o bien no por no haber intervenido en un momento determinado cuando era nuestra obligación o nuestro deber, o bien por estar frecuentando un ambiente poco aconsejable o alternar con compañías mal sanas y también por recibir negatividad a través de hechizos e incluso a veces sin un motivo aparente.
Además de intentar dar una solución a este problema a través de la meditación y la reflexión podemos ayudar haciendo un ritual con velas de la siguiente forma:

En alguna habitación de la casa en la que nos encontremos a gusto y que nos sirva de lugar de meditación, reflexión o relajación o bien para llevar a cabo todos nuestros rituales, prepararemos un altar, que nos sirva para hacer esta ceremonia: .

El ritual lo haremos de forma personal, es decir no puede realizarse en favor de otra persona pues no se obtienen los resultados deseados.

En el altar colocaremos un mantel o paño blanco que no sea de fibra sintética; en el centro del mismo pondremos una imagen o fotografía de Buda.

En semicírculo y delante de la imagen de Buda pondremos siete velas.

A la derecha de la imagen siete varillas de incienso de sándalo.

Las siete velas deberán seguir el siguiente orden de izquierda a derecha:
Una vela de color rojo; una amarilla; una verde; una rosa; una azul, una morada y una blanca.

A parte tendremos preparada otra vela blanca para limpiarnos la energía negativa.

Hay que tener presente que en cada una de las velas deberemos escribir con un punzón nuestro nombre.

El ritual puede hacerse cualquier día y a cualquier hora, pero durante siete días seguidos.

Cada día cuando hagamos el ritual, encenderemos una de las varillas de sándalo y prenderemos las siete velas siguiendo un orden, empezando por la roja y terminando por la blanca.

El ejercicio podemos hacerlo tanto en la postura de loto como en la figura que se muestra a continuación, como de pié o sentados en una silla.

A continuación extenderemos el brazo izquierdo con la palma de la mano vuelta hacia arriba dirigida hacia la imagen de Buda.

Con la palma de la mano derecha haremos siete círculos sobre cada uno de los siete chakras, siguiendo la dirección de las saetas del reloj (imaginemos que nosotros mismos somos un reloj) sobre la ingle izquierda, tal como si nos diésemos un ligero masaje.

Siete círculos de la misma forma que antes sobre el cuerpo por debajo del ombligo.

Siete círculos sobre el ombligo.

Siete círculos sobre el centro del pecho a la altura del corazón.

Siete círculos sobre la nuca.

Siete círculos sobre la coronilla, en la cabeza.

Seguidamente encenderemos la otra vela blanca y repetiremos el mismo ejercicio que hemos hecho con la mano pero con la vela encendida, acercándola un poco al cuerpo llevando cuidado de no quemarnos, haciendo de nuevo los siete círculos que habíamos hecho con la mano derecha sobre cada uno de los siete chakras.

Cuando acabemos el ejercicio apagaremos todas las velas y tan sólo dejaremos que se consuma la varilla de incienso que habíamos encendido.

El séptimo día, dejaremos, después del último ritual, que los restos que queden de las velas se consuman totalmente.

Se advierte que siempre que acabéis un ritual u os desprendáis de los restos de un amuleto, en cuanto tengáis ocasión debéis arrojarlos preferentemente al agua, por ejemplo: un lago, un río, el mar, etc., o bien si no tenéis ocasión de echarlos al agua, enterradlos en la tierra.

Colores y significados 

Rojo - energía, fuerza, pasión, amor, metas, objetivos y coraje. Corresponde al elemento fuego en el ritual.

Naranja - negocios, carrera profesional, justicia, éxito y ambición.

Amarillo - aprendizaje, rompimiento de cosas malas, confidencia y persuasión. Corresponde al elemento aire en el ritual

Rosa - romance, maternidad, fertilidad y amor fraternal.

Verde - finanzas, suerte, cura física, abundancia, crecimiento y prosperidad. Corresponde al elemento tierra en el ritual.

Azul - sabiduría, protección, serenidad, creatividad, paciencia, proyección astral y sueños proféticos. Corresponde al elemento agua.

Morado - poder espiritual, habilidades psíquicas, apertura del tercer ojo e independencia.

Plata - telepatía, clarividencia, intuición, sueños y energía astral. Es dedicada a la Diosa.

Dorado - energía interior, fuerza del Sol, confianza, calor humano y protección. Es dedicado al Dios.

Negro - protección de la Diosa, expulsar energías malas, absorber fuerza y meditación. Es dedicado a la Diosa.

Blanco - paz, pureza, espiritualidad y sabiduría. Es dedicado al Dios.

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